Mi primer contacto con el Trastorno por Atracón fue al entrar en el Grupo de Facebook de Marina Montaraz «Así mejoramos nuestra relación con la comida» que recomiendo muchísimo, es una comunidad dónde encontrar muchos recursos para aprender y superar el trastorno. Marina es una fuente inagotable de buenos e interesantes recursos.
Cuando entré en este grupo en diciembre de 2018, Marina acababa de publicar un audio para el momento de la compulsión que os enlazo aquí desde su cuenta de Instagram.
Este texto es una adaptación personal con el que Marina trataba de hacer neuroplasticidad autodirigida en el momento de la compulsión por comer, al principio con la ayuda de este audio, y más adelante sin ella.
La idea es reescribir este texto con nuestras propias palabras, adaptándolo a nuestras motivaciones y a los beneficios que buscamos y grabarlo en nuestra propia voz en un audio que podemos llevar siempre con nosotros, por ejemplo, en nuestro móvil.
Aunque sea difícil poder pararse a escucharlo en ciertos momentos cuando el impulso es grande y la compulsión no da margen de maniobra, la idea es ir ganando seguridad paulatinamente, aceptando los fracasos con paciencia y compasión, y celebrando los pequeños pasos y victorias.
Según explica Marina, la idea es activar determinadas zonas del cerebro para inhibir el impulso. Nombrar y poner atención a lo que estás sintiendo. Con 10 o 20 segundos es suficiente para que haya cambios neuronales. Poco a poco, se irás automatizando otro tipo de respuestas.
Os dejo la transcripción del audio para que podáis reescribirlo con vuestras palabras y grabarlo en vuestra voz:
Estoy sintiendo una compulsión por comer algo que mi cuerpo no necesita. No es comida de verdad, pero sí es muy deseable. Puede que no la necesite por el hecho de que ya he comido en cantidad suficiente. Si estoy en duda, siempre puedo esperar media hora y si tengo hambre pensaré entonces qué puedo comer.
Lo primero que voy a hacer va a ser respirar profundamente, tres o cuatro veces, y voy a prestar mucha atención a lo que estoy sintiendo. Sin miedo y con curiosidad. ¿Dónde noto ese deseo? ¿Es como un vacío en el estómago? ¿Lo noto en la garganta? ¿En la boca? ¿En mi cabeza? ¿En mi pecho? Voy a enfocar mi atención en ésto.
Averiguar qué estoy sintiendo es nuevo para mí. En el pasado he tenido el hábito de ignorarlo, de rechazarlo, de huir, deseando que se marchara lo antes posible. Tal vez he intentado distraerme con algo con la intención de olvidarme de ello, o tal vez he comido de manera automática, sin siquiera darme cuenta de lo que estaba sintiendo. Pero sé que la mejor manera de abordarlo es ésta, porque ayudará a que las cosas vayan cambiando y todo esto se vuelva cada vez más fácil.
Es una sensación de incomodidad, es molesto, no es nada agradable. Es una sensación de quedarse muy insatisfecha. Voy a hacer una respiración, y voy a permitir que esa sensación permanezca en mí. Puede parecer difícil de tolerar, de dejarla estar ahí. Puede que tenga miedo de no poder soportarlo, pero sé que esta es la manera de progresar. Llevo muchos años entrenando mi mente para ignorar estas sensaciones y toda la locura que he creado en mi vida por el hecho de comer en exceso, ha sido solo porque no he estado dispuesta a sentir esto que estoy sintiendo ahora.
Necesito tener muy muy claro que esto no tengo por qué sentirlo, no hace falta que lo tolere. Puedo comer, puedo satisfacer este deseo, puedo hacer que se vaya rápidamente, al menos por ahora. Es una elección libre. Soy yo la que decido, puesto que se trata de mi vida y ahí mando yo.
También puedo elegir sentirlo y aceptarlo. ¿Por qué lo haría? Porque voy a encontrar un beneficio muy grande. Aceptando esta sensación de insatisfacción, voy a acabar con esto. Esta sensación de insatisfacción es mi camino hacia la recuperación. Si la rechazo, si lucho contra ella, nunca ganaré. Estaré luchando para siempre. Cuando la observo, cuando la dejo estar, cuando la acepto, ya deja de tener poder sobre mí.
La observo desde la distancia. La estoy sintiendo, pero al mismo tiempo le estoy prestando atención. Y haciendo esto, puedo descubrir que no hay ningún monstruo ahí detrás. No es nada más que una sensación desagradable, que si la acepto, que si libremente la permito estar, y que si me doy cuenta de que la elección de sentirla o no, es solo mía, inevitablemente empezará a evaporarse.
Si escojo sentir ahora esa sensación desagradable, no significa que tenga que ser siempre así, y cada vez que sienta un impulso por comer, tengo la libertad de elegir qué hacer con él. Yo decido qué hacer solamente en el momento presente.
Si ahora hago las paces con esta sensación, no tengo nada que temer. Si estoy dispuesta a sentirla, no voy a comer de más. Comer significaría satisfacer este deseo, deshacerme de esta sensación durante un rato. Aceptar el deseo me hace capaz de comer como yo realmente quiero.Tengo compasión por mí misma por tener este deseo. Para empezar, he sido capaz de detectarlo, y esta vez, he tenido la intención de manejarlo de una manera distinta. No me gusta sentirme insatisfecha, pero estoy dispuesta a sentirme así.
Porque sé que a pesar de esta sensación, voy a obtener muchas cosas buenas a cambio. Significa que yo controlo la situación, significa que voy a tener más energía, que voy a llegar a la siguiente comida con más hambre y la disfrutaré mucho más, que voy a tener menos remordimientos sobre mi manera de alimentarme. Tendré más confianza en mí misma, voy a sentir paz en mi relación con la comida y voy a disfrutar de un cuerpo más sano y con mejores digestiones.Por lo tanto, voy a escoger recibir este deseo con los brazos abiertos, le doy la bienvenida, puede que incluso sienta gratitud por sentirlo, porque es la manera con la que voy a solucionar el problema, es la manera con la que me voy a liberar de comer de más.
Siento la sensación en mi cuerpo, puedo ponerle nombre y puedo decirle “Sí”. Sí, escojo sentirla. Sí, es aceptable, sí, prefiero sentirla, que comer en exceso durante el resto de mi vida.
Aceptándola, estoy cambiando mi relación con la comida, es la manera en la que siento que yo tengo el control, y es mi liberación.
Gracias Marina por tu enorme generosidad y el bien que haces dando visibilidad a este Trastorno!
¿Os animáis a poner en práctica este ejercicio y compartir vuestros avances? Esta misma noche espero grabarlo!
Photo by Lee Campbell on Unsplash
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