La semana pasada puede asistir a la MasterClass Online de la psicóloga y dietista barcelonesa Mireia Hurtado sobre el fin del descontrol con la comida de la que os hago un resumen por si no os fue posible seguirla.
Hoy en día, a pesar de tener a nuestro alcance tanta información sobre salud y estilos de vida saludables nos cuesta cuidarnos porque vivimos en un contexto global de sobreexigencia (laboral, familiar, personal, de ideales de belleza…) en el que parece que nunca llegamos a ser suficiente. La mente busca salida y, en algunos casos, aprende a ir a la comida para gestionar la ansiedad, las emociones y el sufrimiento, y la consecuencia se refleja en el aumento de peso.
Por otro lado, la industria de las dietas presiona y nos envuelve en «normas» sobre qué, cuándo y cómo comer para tener el cuerpo que la sociedad nos exige. Así es como la solución se convierte en parte del problema, la restricción genera más «deberías», más estrés y más ansiedad. Y entramos en el círculo vicioso de la restricción del que no podemos salir: comer-restricción-comer-restricción…
Mireia está convencida que las dietas no ayudan. Basta con un sencillo auto test puntuando del 1 al 10, por ejemplo, las siguientes preguntas:
- ¿cuánto te han ayudado las dietas según tu experiencia?
- ¿cuánto te han capacitado la dietas para controlar el impulso/urgencia por comer?
- ¿cuánto te sientes capaz de cuidarte?
En la mayoría de los casos, la respuesta será de 0 a 1, efecto de las dietas que hemos seguido sin éxito y de estrategias equivocadas en el pasado.
Neurociencia y Mindfulness. Aprender a explorarnos.
Mireia Hurtado utiliza los fundamentos de la neurociencia, de cómo se conectan las emociones con el cerebro y cómo funciona nuestra mente junto con el Mindfulness para enfocar cómo conectar con nosotros mismos y nuestras vidas hasta llegar a autorregularnos con la comida desde la conciencia plena, no desde el control ni desde la fuerza de voluntad.
El trabajo, según Mireia, consiste en la reconexión con el cuerpo, en soltar las dietas, abandonar el control y la fuerza de voluntad y aprender a autoregularnos. Aprender a hacer elecciones saludables naturalmente, elecciones que surjan de una misma, desde la responsabilidad y el autocuidado.
Por su experiencia profesional y personal, sabe que llegar a autoconocerse, a descubrir desde dónde nos relacionamos con nosotros mismos, con nuestro cuerpo y con la comida, es la clave para la recuperación.
Conocernos y a la vez soltar las voces perfeccionistas es como montar un puzzle en el que todas las piezas son relevantes.
El objetivo es lograr con la comida una relación de paz en la que no ocupe espacio en nuestra vida, en la que no existan picos de control y descontrol, ni ciclos o patrones que impidan instalar hábitos saludables que puedan sostenerse a largo plazo, y en la MasterClass Online ofrece 2 estrategias para empezar a trabajarlo.
Estrategias para gestionar el hambre emocional.
Llego a casa de noche… Abro la nevera, empiezo a comer y cuando paro me doy cuenta que no sé cómo he llegado hasta aquí. Estrés, ansiedad, soledad, aburrimiento…? el comer emocional se ha convertido en un hábito del que no soy ni conscientes. ¿qué se puede hacer? ¿por dónde empezar?
1. Estrategia basada en el Mindfullness. Parar y bajar al cuerpo.
Ayuda a gestionar el momento de la urgencia, a reconectarse con el cuerpo y entender sus señales: ¿qué emociones/estados me llevan a comer? ¿qué estoy necesitando? ¿qué me podría ayudar?
Mireia lo explica con una visualización guiada, un ejercicio sencillo pero muy potente:
Para, vete lejos de la cocina (o dónde esté ocurriendo la compulsión) y toma conciencia de qué hay aquí y ahora. Cierra los ojos, y reproduce uno de los momentos previos: ¿qué sentías? baja al cuerpo y investiga qué estabas experimentando, trata de reproducir la situación en todos sus detalles.
Lleva la atención al estómago, siéntelo y explóralo con curiosidad (debemos aprender a practicar la mirada curiosa!). ¿Es una sensación física de hambre? Valora el hambre que sientes del 0 al 10.
Amplia la consciencia del estómago al resto del cuerpo: el pecho, la boca del estómago, la tripa… y trata de diferenciar las emociones físicas que puedo estar confundiendo con hambre: opresión, vacío… son y se sienten diferentes del hambre. Explora con curiosidad.
Busca sensaciones físicas por tu cuerpo, lleva la respiración a esa zona como si la respiración estuviera encima, y respira más profundo, 5 segundos… inspirar… 5 segundos … expirar… así hasta que disminuya el estrés y el nivel de amenaza. Cuando estés en control sal de la práctica.
Con este ejercicio conseguimos pasar del plano mental, que actúa desde la fuerza de voluntad, al cuerpo que sí tiene la sabiduría de autorregularnos. Finalizado este ejercicio, podemos decidir comer, pero ya habremos introducido un espacio de calma, ya habrá «pasado» algo diferente en nuestro cerebro.
2. Papel y lápiz. Las dos bolsas.
Esta estrategia está dedicada a explorar qué es lo que realmente nos está llevando a comer: emociones, estrés, preocupaciones, exigencias… qué es lo que nos lleva a la comida.
En este caso, consiste en visualizar 2 bolsas: una es nuestro estómago y otra son nuestras necesidades. Tenemos el hábito de llenar la bolsa equivocada.
Toma papel y lápiz y haz una lista de emociones que crees que te están llevando a comer: soledad, estrés, tristeza, aburrimiento, sentirte sobrepasado… Explora con curiosidad la emoción real que hay detrás, qué es lo que necesitas.
En una segunda columna anota alternativas agradables y placenteras (como el placer de la comida) de diferentes actividades de 5, 10 o 15 minutos que te ayuden a conectar con el bienestar y la tranquilidad. La mente se va a convencer, se va a sentir satisfecha y va a comprender ese autocuidado.
Por ejemplo, para la soledad tal vez necesitas sentir conexión: puedes probar a llamar por teléfono, escribir un email, mirar un álbum de fotos de un viaje o recuerdo alegre y agradable… para el aburrimiento necesitas algo breve y sencillo que te entretenga, sentir que haces algo que te nutre: dar un paseo, regar las plantas, darte una ducha, jugar con tu mascota…
Neurociencia y Mindfulness, me parecen dos líneas de investigación interesantísimas en mi relación con la comida. ¿Qué experiencia tenéis vosotr@s con el tema?
Photo by Alex Iby on Unsplash
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