Investigando para el post sobre la película I Feel Pretty, he descubierto a la actriz Amy Schumer, una neoyorquina inspiradora que lleva por bandera un mensaje apasionado de positividad corporal.
Encontré esta bellísima imagen de Amy, fotografiada por la mítica Annie Leibovitz para el calendario Pirelli 2016, mostrando el esplendor de la aceptación del cuerpo tal y como es más allá de los estereotipos de belleza. Pirelli quiso mostrar ese año a 13 mujeres que hubieran revolucionado el mundo.
Muchas mujeres de todas las edades nos avergonzamos, por culpa de los medios, la publicidad y la moda, por no tener el vientre plano o no tener una determinada talla. En este retrato, en el que muchas mujeres nos podemos sentir identificadas, se muestra el abdomen, las curvas y la belleza de la naturalidad.
La polifacética actriz (presentadora, cómica y guionista) declaró, segura y orgullosa, que nunca se había sentido más ella, más sexy ni más guapa que en esta sesión de fotos.
Hermosa, asquerosa, fuerte, delgada, gorda, guapa, fea, sexy, desagradable, perfecta, mujer. ¡Gracias Annie Leibovitz!
En la industria del entretenimiento y la moda es difícil escuchar a voces realistas en cuanto a la apariencia o el peso, con una autoestima muy por encima de cualquier voz crítica. Amy pertenece al grupo de estrellas reivindicativas de Hollywood y cuenta que en su primera audición, a los 21 años, le pidieron que perdiera peso para poder ser protagonista que lo aumentara para ser su amiga gorda.
Hacen falta estos referentes de conciencia pública, mujeres imperfectas, libres de etiquetas, y tan satisfechas con sus defectos como cualquier hombre.
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