Estos días ha hecho 3 meses, ya un poco más, que descubrí la existencia del Trastorno por Atracón y empecé mi terapia.
Paro, miro atrás y observo el camino recorrido, y no puedo evitar sonreír con mucho cariño y orgullo de mi misma por los pasos que he dado. Os explico cómo ha sido, en mi caso, el encuentro con el diagnóstico y estos primeros meses, con toda la humildad, por si os sirve de inspiración o ayuda.
Sé que tengo mucho camino por recorrer, pero estoy fuerte. Siento que aunque caiga mil veces, tendré fuerza para volver a intentarlo, para buscar nuevos recursos, para reinventarme. Llegué a la terapia con la cabeza oscura, agotada, sin poder imaginar que lo que tantas veces he llamado «la bestia negra» me ha estado hablando alto y claro, de mis insatisfacciones, de lo más profundo, de aquellas emociones que no quiero ver, escuchar, o que viéndolas, mantengo sin actuar.
Diciembre:
- Reabrí mi cuenta personal de Facebook y por casualidad, no recuerdo cómo, encontré el grupo de Marina Montaraz Así me recupero. Allí descubrí la existencia de un trastorno alimentario del que no había oído hablar y a una comunidad maravillosa.
- Buscando información sobre el Trastorno por Atracón, llegué a la asociación ACAB y pedí cita. Me recibieron con mucho cariño 2 psicólogas de la asociación, me escucharon, me dieron una lista de terapeutas especializados en trastornos alimentarios de Barcelona y me dieron cita con la coordinadora de la asociación para mirar de entrar en los grupos semanales de soporte a afectados.
- Empecé terapia EMDR
- Empecé a apuntar en una libreta, mi cuaderno de recuperación, todos los pasos que iba dando junto a mis emociones, mis sentimientos, lo que leía, lo que vivía… reflexiones, dudas, descubrimientos, las sesiones de terapia…
- Pasé la Navidad sin conflicto con la comida. Pude tener en casa alimentos «peligrosos» y pasaron 2 semanas de vacaciones sin episodios de trastorno ni cambios en mi peso.
- Aprovechando mis vacaciones arranqué este blog sobre mi recuperación. Me está ayudando muchísimo para aprender, socializar, ayudar, expresarme, ponerle nombre… es muy enriquecedor, muy humano.
Enero
- Empecé las sesiones semanales con el grupo de soporte, no de terapia, del ACAB.
- Seguí con las terapias semanales de EMDR. Interesantísimas! Emocionantes!
- Sigo teniendo algún episodio de atracón, pero los siento diferentes. El descontrol ha disminuído, las cantidades se reducen, la «rabia» desaparece…
- Abandono la mentalidad dieta. Empiezo a incorporar nuevas rutinas de alimentación y a llevar un diario de comidas para identificar patrones.
- En la cuenta de Instagram de Mai Oltras, Entretallas, leí un comentario absolutamente revelador: «Generalmente cuando siento ganas de comer compulsivamente suele haber una emoción detrás a la que no estoy prestando atención (o al menos mi mente no quiere prestarle atención por que duele). Así que para mi es muy importante pararme, escuchar que pasa con esa emoción y actuar»
- En la 4ª sesión de psicoterapia EMDR se hizo visible la razón por la que los atracones se habían activado durante el 2018 y desatado a finales de año. Nítida. Clara. Evaluando uno de los momentos en los que la compulsión solía activarse en mi vida diaria se hizo visible la causa que estaba detrás. Fue increíble vivir como mi inconsciente «me hablaba», me hacía ver, me hacía sentir, lo que yo me empeñaba en tapar y justificar.
- 1 + 1= 2 Llevaba meses desatada llenando con comida debido a una profunda frustración, falta de comunicación y conexión en mi relación de pareja. Eso despertó una inseguridad, insatisfacción y silencio totalmente incompatibles con mi temperamento y mi forma de ser. Y no lo quería ver, me resistía a aceptar que esto estaba pasando, aceptar la posibilidad de un fracaso estando tan enamorada y vinculada.
Febrero:
- Las piezas del puzzle empiezan a encajarse. La historia de mi vida, la historia de mis atracones, las épocas de insatisfacciones y los silencios del pasado, las del presente y el papel de la comida en todo eso. Verme, conocerme, escucharme, entenderme y… liberarme.
- Siguen disminuyendo los atracones. Existe la compulsión, pero soy capaz de distraerla… gano tiempo. Me enfoco en el día a día.
- Si un día no va bien, al siguiente vuelvo a comenzar desde cero.
- Mi cabeza empieza a aclararse. Mi parte práctica, orgullosa, resolutiva, decidida, valiente… toma las riendas. Un amor propio radiante, que me calienta, me empuja, me protege.
- Estoy triste pero orgullosa de haber mirado por mi, de superar los miedos (abandono, soledad, rechazo…) y actuar desde la asertividad y el amor propio.
- Un curso de automaquillaje, reorganizar mi ropa, volver vestir como lo hacía, retomar mi lencería, mis rutinas de cuidado facial, corporal… poco a poco me empiezan a reconectar con mi parte sensual, femenina, mujer… desatendida durante meses.
Marzo:
- Vuelvo a nadar después de 4 meses, planeo actividades, socializo, acudo a conferencias, exposiciones… a la vez que acepto mi dolor como fuente de aprendizaje y vivo el «duelo» con serenidad y optimismo. Con curiosidad atenta.
- Experimento una coherencia maravillosa. Lo que pienso y siento están alineados con cómo actúo.
- Las sesiones EMDR se espacian cada 15 días, estamos trabajando en mi mundo interior. Sigo explorando las facetas de mi personalidad y descubriendo cómo nutrirlas y atenderlas para tenerlas sanas y fuertes sin recurrir a elementos externos.
- Decido dejar el grupo de ayuda de la asociación por incompatibilidad horaria.
- Sigo escribiendo; la escritura es un modo de comunicación, de expresión, de claridad mental, de autoconocimiento, de honestidad, de aceptación.
- Me muero de ganas de hacer cosas, aunque hay días que flojeo. La semana que viene se abren los cursos en los centros cívicos de mi ciudad y no consigo decidirme por cuál elegir! Escritura creativa, Fotografía cotidiana, Introducción a la acuarela, Proyecto fotográfico, Pan artesanal…
Tras estos primeros meses mi percepción del Trastorno por Atracón es totalmente diferente… En lugar de oscuridad, ahora lo percibo como una oportunidad de autoconocimiento y crecimiento brutal. Me asomo a mi interior llena de curiosidad y orgullo de los pasos que me han traído hasta aquí. Y llena de fuerza y valentía para seguir dando pasos!
Ojalá mis palabras os trasmitan la fuerza y determinación que siento en estos momentos! Sé que no será un camino de rosas, pero sé que pincharse con las espinas también vale la pena!
Photo by Natalie Rhea Riggs on Unsplash
Debe estar conectado para enviar un comentario.