Artículo El País: ¿Qué es un atracón?

Tímidamente empiezan a aparecer reseñas sobre el trastorno por Atracón en la prensa. Son bastante pobres, pero… por algo se empieza.

Hoy El País en su sección de Pura Cepa publica el siguiente texto de Elías Vidaurre, médico que colabora en diferentes publicaciones.

¿Cómo se puede distinguir una comilona de un atracón? En una comilona, la persona tiene control sobre lo que come y sobre sus impulsos, mientras que el atracón busca calmar ansiedades y angustias a escondidas y sólo se detiene cuando se siente un terrible malestar físico. Según el manual de psiquiatría internacional, los atracones se tienen que repetir al menos una vez por semana durante un mínimo de 3 meses.

A tomar en cuenta
Cuando una persona sufre un trastorno por atracón, la comida funciona como un tranquilizante de corta duración, ya que a los pocos minutos la sensación de tranquilidad es sustituida por culpa y frustración. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en tanto, asegura que el 30% de las personas con sobrepeso y obesidad tienen, además, un trastorno por atracón asociado.
Las últimas evidencias científicas muestran que los tratamientos más exitosos para tratar este tipo de trastornos son a través de equipos interdisciplinarios. Según estos datos de la OMS, 3 de cada 10 personas que piden un tratamiento para adelgazar sufren también de un desorden alimentario. Si no son bien diagnosticados, se les da una dieta restrictiva, cuando en realidad primero hay que abordar la problemática alimentaria en un dispositivo distinto, para luego, poderlo atender con un tratamiento de descenso de peso. De lo contrario, potenciaremos su trastorno por atracón.
En el caso específico de los atracones, es importante evitar hacer dieta. Es recomendable comer saludablemente las 4 comidas completas y agregar colaciones. Así, se evitará el hambre, disparador del atracón. Cuando quieras comer algo muy rico pero poco saludable, consúmelo en la porción justa y en un ambiente seguro (un bar, por ejemplo). Cómelo despacio, en pequeños bocados, saboréalo y concéntrate en disfrutarlo.
Pregúntate: ¿tengo hambre? ¿hace cuánto hice mi última ingesta? Distrae tu mente con algunas técnicas para evitar pensar en comida. Una estrategia para paliar el hambre es comer algún caramelo.

Como os decía es un texto un poco-bastante pobre, pero por lo menos se empieza a oir…